6 de enero de 2011

HAS ALGO PRIMO

HAS ALGO PRIMO

Era un sábado cualquiera y me encontraba en mi casa a donde la mayoría de familiares solían acudir ya sea por visita o por solicitar ayuda por algún problema de salud que podían presentar, mi profesión de médico me permitía ayudar en cualquier momento a quien tenga alguna emergencia que resolver; era época de verano y el calor estaba en su máxima expresión y el clima nos obligaba consumir grandes cantidades de líquidos para no deshidratarse.

Suena repentinamente el timbre de la casa y salgo abrir la puerta para ver quien es, y al hacerlo, un primo mío, ingresó raudamente a la casa abriéndose paso y pidiéndome desesperadamente que le preste el baño sin ni siquiera darnos el tiempo necesario para el saludo correspondiente; mientras el ingresa al baño y hacía funcionar su aparato digestivo yo cierro la puerta y me voy a sentar en el sillón de la sala a esperarlo que termine y me relata que es lo que le pasa. A los pocos minutos sale del baño y después de un saludo muy rápido me cuenta brevemente que presenta episodios de diarreas muy frecuente desde muy temprano en la mañana que se inició después de salir de una fiesta a la que había asistido la noche anterior ya que en su trabajo como administrador de empresas los compromisos sociales eran casi todos los fines de semana y había que cumplirlos; quiso seguir explicándome su problema y nuevamente fue corriendo al baño porque el cuerpo le pedía nuevas evacuaciones líquidas, sale y quejándose del malestar que siente sobre todo la gran debilidad de su cuerpo y el gran decaimiento, continúa con su relato informando que presenta además dolor abdominal, ruidos en su barriga, mucha sed y sobre todo diarreas frecuentes, y como todos suponemos él esperaba que le ayude; y nuevamente antes que termine su relato fue rápidamente al baño por nuevas evacuaciones diarreicas.

Como es de suponer antes de tomar una decisión para solucionar su problema yo le hacía preguntas relacionadas con los signos o síntomas que presentaba asociados al episodio diarreico para tener un diagnóstico mas certero y yo, ya tenía tipificado el cuadro clínico y estaba a punto de levantarme para ir a traer la medicina correspondiente y los líquidos para la rehidratación de mi primo, y siempre que estaba por continuar su relato respondiendo a mis preguntas, tenía que correr al baño para evacuar una nueva deposición diarreica.

Tanto era su desesperación y su malestar de ir y regresar del baño por causa de las frecuentes diarreas, que me miraba con desesperación ante mi tranquilidad pues yo no me movía del sillón donde me había sentado pues esperaba que termine de relatar sus molestias para tener el diagnóstico correcto y darle el tratamiento mas adecuado. Cuando repentinamente me dice:

¡HAS ALGO PRIMO, QUE ME SIENTO MAL; MÉTEME EL DEDO AUNQUE SEA, PERO HAS ALGO!

2 comentarios:

ÑÑ dijo...

Y usted que hizo???

ÑÑ dijo...

Pero cuenteme please... no me deje con todas las ansias de saber el decenlace....buuuu