6 de diciembre de 2010

UN RACIMO DE UVAS: “EDUCACION SEXUAL SI, PERO QUE EL NIÑO ENTIENDA"

Carmen, hija del que en vida fue un brillante médico don Ángel Edmundo conocido por toda la familia como “papa Milton” es la mayor de ocho (8) hermanos y ella también se recibió de médica especializándose en ginecología y obstetricia, se caso con un médico y tuvieron dos hijos: María y Juanito quienes desde pequeños acudieron a escuelas que garantizaran una educación formal en lo posible, abierta y que impartiesen conocimientos serios y muy pegados a la verdad. Juanito el hermano menor de los dos hijos de Carmen, ya acudía al primer grado de la escuela primaria en donde resaltaba frente a sus compañeros por tener un buen nivel de inteligencia y una muy buena memoria como lo demostraba el hecho de saber la letra y cantar todo el himno nacional antes de haber cumplido los dos años de edad.

Como era época de cambios en el proceso educativo “Reformándolo” por enésima vez “disque” para modernizarlo, a Juanito ya le impartían clases de educación sexual y otras “reformas” en cursos como matemáticas enseñándole la teoría de conjuntos y otras “novedades”.

En una de sus clases de educación sexual había recibido información muy “detallada” sobre el aparato reproductor masculino y femenino y el proceso de la “fecundación” siendo informado que en este proceso, para tener hijos intervenían activamente tanto la mamá como el papá, y que en la madre funcionaban los ovarios y el útero; y que en el padre se usaba de alguna manera la funcionalidad de los testículos y otros anexos.

Ya se iniciaba una nueva semana escolar y Carmen decide darle a Juanito un buen baño y como su edad permitía todavía que como madre, sea ella quien refriegue las zonas que necesiten mas jabón y agua y estaba muy pendiente de él en la ducha ya que ella se interesaba mucho para que Juanito realice una buena limpieza de todo su cuerpo incluyendo los orificios del oído, el ombligo y lo demás.

Finalizado el baño era momento de secar todo su cuerpo y como todo niño curioso e inteligente, en la medida que se secaba su cabello, cara, pecho y espalda conversaba con su mamá sobre las tareas de la escuela. Pero llegó con la toalla a secar sus “partes íntimas”, y por primera vez tomó conciencia que tenía dos testículos y se acordó de la clase de educación sexual que había recibido el día anterior y repentinamente dijo: “mama, yo voy a tener dos hijos”. Carmen muy sorprendida por la frase profética que decía Juanito le preguntó que como sabía que el número de sus hijos iban a ser solo dos, y Juanito le respondió: “Porqué en la clase de la escuela me han dicho que los testículos del hombre son los que hacen los hijos y yo solo tengo dos y por eso solo tendré dos hijos”; además agregó: “Mamá, mi papá Milton que tuvo ocho hijos sus testículos parecerán un racimo de uvas, ¿verdad?”

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