31 de enero de 2011

MI PRIMO EL HONRADO

MI PRIMO EL HONRADO

El mundo esta lleno de variados personajes que son especial motivo para escribir historias y aventuras de múltiples matices como es el caso que describiré en adelante, se trata de un familiar que como muchos que hay en este país quieren hacer el menor esfuerzo para llevarse el pan a la boca, como se cuenta del árabe que todos los días muy temprano al salir de su casa se persignaba y se iba a pasar el día; alguien lo observó y le preguntó que ¿porqué se persignaba si el era árabe si el hecho de persignarse era un signo de fé de los cristianos?, a lo que él contestó: “Yo no me persigno, sino le pido a mi Dios Alá que me ayude a usar esto (la cabeza) para llenar esto (el estómago) sin tener que usar este ni este (señalando cada uno de los brazos).

La historia comienza cuando en cierta época este mi primo tenía un carro pequeño modelo tico, que era muy económico pues no gastaba mucho en gasolina y lo usaba para hacer servicio de taxi y con eso se ayudaba él y ayudaba a su familia; como todo chofer tenía muchos amigos los que se los conseguía generalmente en las reuniones sociales que casi siempre forman parte de la vida de quienes hacen el menor esfuerzo para trabajar.

En cierta ocasión conoció a un personaje que rápidamente se hizo su amigo, tenía mucha facilidad de palabra, era de hablar mucho y le gustaba la política y le comentó que estaba ayudando en la campaña de un determinado partido político ya que se acercaban las elecciones regionales y presidenciales; en las largas horas de conversación y con varias botellas de cerveza vacías sobre la mesa se dieron cuenta que ambos simpatizaban por el mismo partido así que el nuevo amigo le pidió a mi primo que con el vehículo con el que trabajaba de taxi lo apoye en la campaña del partido a dedicación exclusiva las veinticuatro horas del día por aproximadamente un año; ¡Huy! que mejor oportunidad, pensó, para tener asegurado un ingreso fijo sin mayor esfuerzo y por un buen tiempo así sin dudarlo o pensarlo dos veces hizo su contrato y se dedico a la campaña.

Viajo casi por todo el departamento, trasladó a varios políticos de quienes se hizo sus amigos y participó en todos las reuniones en que el partido lo solicitaba hasta que llegó el día de las elecciones y por decisión popular su partido ganó las representación regional.

Se realizaron los festejos, las celebraciones y las felicitaciones por el triunfo hasta que llegó al día mas serio de las celebraciones, los agradecimientos y las compensaciones políticas para los que habían apoyado en la campaña; casi todos sus amigos recibieron algún cargo que les permita vivir durante la gestión del ganador hasta que le tocó el turno a mi primo, así que su amigo que lo convenció para que apoye a la campaña dijo:

“El dueño del tico es también un compañero de partido y nos ayudó mucho durante este año de ardua campaña electoral, así que se merece que por lo menos le daremos un trabajo fijo durante estos cuatro años de gobierno.”

A lo que mi primo contestó:

UN MOMENTO, MI PARTICIPACIÓN EN LA CAMPAÑA A SIDO TOTALMENTE DESINTERESADA, ASÍ QUE NO QUIERO EL TRABAJO”

Ahora mi primo ya no tiene su tico, y en la familia lo conocemos como el primo honrado, porque cuando encuentra un trabajo lo devuelve.

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