CUIDADO CUANDO MIRES LA TELEVISION
Eran las once de la noche se terminaba el día y la casa estaba poco a poco quedando en profundo silencio, ya se habían ido todos a sus dormitorios unos a dormir y otros a mirar la televisión mientras les agarra el sueño, mi prima que compartía su vida matrimonial en casa de sus padres ya había hecho dormir a sus hijos y terminando los arreglos de la cocina, apagó las luces y se dirigió a su dormitorio mas cuando se acercaba lentamente a su habitación escuchó que el televisor de su cuarto aún estaba funcionando y pensó que iba a encontrar despierto a su esposo y que lo estaba esperando pues el se había ido a descansar mucho mas temprano.
Entró sigilosamente a la habitación y vio que tanto su esposo como sus hijos ya estaban durmiendo, miró la televisión encendida y sin mayor concentración del programa pudo percatarse que lo que estaban presentando en ese momento era el relato de noticias; mientras se arreglaba para dormir pensó mirar un rato el noticiero que estaban dando en la televisión y así enterarse de las novedades ocurridas ese día poniendo esta vez mayor atención en lo que decían ya que cuando entro a su dormitorio se mostró muy indiferente.
Ya sentada en el filo de la cama miró el televisor y el expositor de noticias dijo en ese momento: “Señores y señoras el mundo esta a punto de desaparecer cuando se estrelle contra la tierra el gigantesco asteroide que ya se encuentra a pocos kilómetros de la tierra y a todo signo de vida en nuestro planeta le quedan muy pocos minutos ya que la hora del impacto será a las doce de la noche del día de hoy y para despedirse de todos ustedes les hablará el Presidente de la Nación”.
Mi prima no siguió mirando al televisor, se le nubló la visión y bruscamente se le escalofrió todo su cuerpo, miró su reloj y vio que eran las once y treinta; “queda solo media hora”, pensó, el pánico se apoderó de ella y entro en desesperación, pensó en sus hijos, su esposo y en sus demás familiares que estaban durmiendo en el segundo piso y le venían ideas muy rápidas ya que le quedaban pocos minutos de vida era un tiempo que debía de utilizarlo de la mejor manera, fuertemente le gritó a su esposo que dormía profundamente cerca de ella y no le hizo caso, no quiso perder mas tiempo y pensando en sus padres del segundo piso, quiso salir gritando a todos sobre el “fin del mundo” pero los músculos de su cuerpo no le respondían, su voz en vez de ser fuerte era como graznidos que le salían de la garganta que no lo podía escuchar ni ella misma, tenía dificultad para respirar y para moverse; persistió en el intento de ir corriendo a darles la mala noticia a los que dormían en el segundo piso pero las escaleras le parecieron muy altas y largas, a sus piernas no los podía mover como ella quería pues no le obedecían así que optó por subir gateando y ayudándose con sus brazos y manos se pudo acercar poco a poco al dormitorio de sus padres en el segundo piso, tocó débilmente como pudo varias veces hasta que salió su mamá, quien al verlo gateando en el suelo le preguntó que le estaba pasando; con la dificultad que le permitió el pánico le balbuceo en el oído “que faltaban pocos minutos para el fin del mundo”, su madre le preguntó que “de donde había sacado esa noticia” y ella le contestó que “del noticiero de la televisión”; incrédula su madre prendió el televisor y vio con asombro que el noticiero continuaba informando al mundo sobre la destrucción de la tierra por el impacto de un meteorito, ambas se abrazaron y lloraron profusamente hasta agotar fuerzas y arrodilladas en el suelo empezaron a rezar implorando a Dios sus oraciones para salvar sus almas.
Ante el bullicio que habían producido madre e hija se despertaron su papá y sus hermanos que compartían dormitorios en el segundo piso y viendo el triste espectáculo de las dos mujeres arrodilladas en el suelo orando juntas abrazadas en el pasadizo de la entrada del dormitorio les preguntaron “que les estaba pasado que estaban en esas circunstancias tan extrañas”; rápidamente ambas hablaron juntas tratando de explicar lo que supuestamente iba a suceder, y por hablar ambas a la vez, de lo poco que se le entendía dejaron entrever que en la televisión estaba dando una noticia espantosa.
Todos fueros presurosos a prender el televisor para ver que era lo que les había causado tanto pánico y prestando mucha atención del programa que pasaban en ese momento se dieron con la sorpresa que emitían el aviso comercial del programa del momento:
“USTEDES ESTAN VIENDO LA PELICULA: METEORO”.